La aglaonema es una planta de interior perfecta para la casa, porque no requiere grandes cuidados, ilumina los rincones con su verdor variegado y apenas sufre de plagas. Estos son los consejos para disfrutar de esta planta
Cuando nos preguntan por una planta de interior que resulte sencilla de cuidar y que aporte verdor siempre recomendamos la aglaonema. Su nombre no es muy popular, pero seguro que viendo la imagen nos resulta fácil de reconocer. La aglaonema es una planta relativamente pequeña, porque no supera los 25 centímetros de alto, desarrolla unas 5 o 6 hojas nuevas al año e incluso llega a florecer durante el verano.
La aglaonema es una planta de interior perfecta para la casa porque se adapta a casi cualquier rincón, sin importarle mucho que esté poco iluminado, e incluso puede estar a gusto si recibe algo de sol directo (sin pasarse). Tolera bien las bajas temperaturas (de unos 10º C), por lo que no pasa nada si nuestra casa es fría. Y en verano crece bien a unos 25 grados, siempre y cuando cuente con humedad.
¿Cómo cuidar la aglaonema?
La aglaonema necesita humedad, por lo que hay que vigilar si el sustrato está seco. Al menos necesitará agua una vez a la semana. Para ello, lo mejor es seguir nuestros consejos sobre cómo regar las plantas de interior. Respecto a su abonado, se recomienda añadir nutrientes cada dos o tres meses, a modo de palitos, para que se libere lentamente en el agua.
¿Cómo aportar humedad a la aglaonema?
Cuando las plantas necesitan un ambiente húmedo, lo mejor es rociar por encima de vez en cuando un poco de agua. También se puede recurrir al truco de colocar la planta encima de un plato con piedras, y llenarlo de agua. No tolera las estufas de gas ni tampoco estar cerca de un radiador.
¿Cuánto dura cada aglaonema?
La aglaonema es una planta de interior perfecta para la casa pero a los dos o tres años pierde vitalidad, por lo que conviene propagarla entonces. Es fácil hacerlo por división. Cuando cambiamos la planta de maceta (debe hacerse cada primavera), se puede aprovechar para dividir las raíces. Solo habrá quer mantener húmedo el sustrato y tenremos una nueva planta.
¿Qué problemas puede tener la aglaonema y cómo solucionarlos?
Si la aglaonema tiene hojas amarillas, puede tener un exceso de humedad. Se puede solucionar dejando de regar temporalmente (unas dos semanas). Si vemos hojas secas y frágiles, puede ser por que la aglaonema ha sufrido un exceso de calor y sequedad. Si regamos bien y rociamos agua podemos lograr que se recupere.