El anturio es una de las plantas de moda, que se utiliza tanto en flor cortada como en maceta. Pero hay que saber cuándo y cómo cambiar de maceta y trasplantar el anturio para que nos dure muchos años
Cada vez son más los hogares que cuentan con un anturio entre sus plantas de interior. Ya hemos hablado de cómo cuidar el anturio y solucionar problemas de plagas y caída de hojas amarillentas y marrones, pero también conviene saber cuándo y cómo cambiar de maceta y trasplantar el anturio para que se mantenga sano y siga regalando flores durante años.
¿Cuándo cambiar de maceta el anturio?
El anturio debe cambiarse de maceta en primavera, cuando las raíces empiezan a sobresalir por la tierra o bien por la base. Antes de trasplantar, es muy importante regar bien la planta. Para ello, lleve a cabo nuestro truco definitivo para regar las plantas de interior y asegurarse así de que todo el sustrato esté húmedo.
¿Qué tipo de tierra necesita el anturio?
Para trasplantar el anturio, hay que preparar una maceta que sea más grande que la anterior y que cuente con un buen drenaje en el fondo. Eso es fácil, basta con añadir piedras al fondo o trozos pequeños de macetas rotas. De esa manera, no se apelmazará la tierra y podrá salir por el agujero sin que se encharque. Lo mejor para que el anturio crezca sano es utilizar tres partes de turba por una de musgo de esfagno. El musgo retiene muy bien la humedad y asegura que la planta no se seque.
¿Cómo trasplantar el anturio?
Para sacar la planta de la maceta, lo mejor es sujetar el tallo con los dedos y tapar la tierra con la mano. Si no sale directamente, golpee ligeramente el borde de la maceta para que se suelte el cepellón. Una de las preguntas que se hacen muchos aficionados a las plantas es si se debe quitar la tierra de las raíces cuando trasplantamos. La respuesta es no, porque las raíces son delicadas y pueden dañarse.
¿Qué hacer cuando el anturio está en su nueva maceta?
Tras añadir la tierra, se coloca el cepellón y se añade más compost hasta que llenar todo el recipiente. La tierra de la superficie debe apelmazarse con los dedos. Una vez trasplantada, la planta debe regarse bien. En este caso, hay que utilizar regadera. Añada agua suficiente hasta que todo el nuevo sustrato esté bien empapado. Un buen truco para que el anturio gane fuerza es colocarlo durante dos días a la sombra, lejos de la ventana, con el fin de que se estimule.