La dipladenia o diplademia es una planta que regala flores toda la primavera y verano y trepa muy a gusto. Es muy sencilla de cultivar, pero a menudo se muere o deja de crecer. La ubicación es clave en esta planta, que necesita mucha luz pero no una insolación directa. Aquí tienes las claves sobre cómo cuidar la dipladenia para que florezca y evitar plagas
La dipladenia sorprende por su rápido crecimiento y su generosidad al regalar flores blancas o de un vibrante rosado. Pero son muchos los jardineros que ven cómo los ejemplares mueren o se quedan raquíticos. ¿Qué le ocurre a la dipladenia? La mayoría de veces, es que se ha ubicado en una posición incorrecta. Estamos tan acostumbrados a que las trepadoras estén a pleno sol, que nos pensamos que la dipladenia es una de ellas. Pero esta planta prefiere muy poco sol y mucha luz. Pero, si seguimos los consejos sobre cómo cuidar la dipladenia para que florezca y evitar plagas, conseguiremos un ejemplar sano y resistente.
¿Dónde debo ubicar o plantar mi dipladenia?
En climas de veranos muy soleados y de altas temperaturas, el mejor sitio para plantar una dipladenia es en una pared orientada al Este donde apenas reciba un par de horas de sol. Lo ideal es en una esquina donde, a partir de las 8 o 9 de la mañana, el sol ya no le dé directamente. Algunas personas ponen la dipladenia en balcones donde no reciben luz suficiente y eso tampoco es bueno para la planta, porque crecerá de manera elongada (se estirará para captar más luz) y sus ramas serán más débiles. Aquí puedes leer algunos consejos sobre cómo ajardinar una terraza para que las plantas estén sanas y el resultado sea espectacular.
¿Cómo debo regar mi dipladenia?
La dipladenia necesita bastante agua, y es bueno regarla cada día durante el verano si está en una maceta. Pero hay que fijarse bien si la parte superior del sustrato se ha secado. Lo ideal es que la parte de arriba esté seca antes de volver a regarla. Si sigue húmeda, es mejor esperar. Un exceso de humedad puede llegar pudrir las raíces o traer consigo hongos. Aquí puedes leer cómo reconocer los hongos y aprender a tratarlos.
Cochinilla, mosca blanca o araña roja en la dipladenia
Las tres plagas más comunes de la dipadenia son la cochinilla, la mosca blanca y la araña roja. La cochinilla, tal y como explicamos en la entrada sobre su detección y su tratamiento, se puede detectar por la presencia de insectos algodonosos. Es una plaga muy incómoda, porque hay que retirar los insectos uno a uno. Un tratamiento con jabón potásico (que tiene poder insecticida) es lo más recomendable.
En el caso de la mosca blanca, se puede detectar, como ya explicamos en nuestra entrada sobre cómo librarse de la mosca blanca, por las manchas amarillentas, a modo de puntitos, que se ven en las hojas. Algunas parte de la hoja se puede secar. Lo mejor es un tratamiento a base de aceite de Neem. Aquí puedes aprender cómo utilizarlo.
Respecto a la araña roja, puede afectar a la diplademia si sufre de sequedad o bien si su ubicación le obliga a crecer de forma poco sana. La araña roja se puede detectar porque hay hojas amarillentas y pequeñas telarañas. Aquí puedes aprender a detectar la araña roja y cómo eliminarla.
Hasta aquí nuestra guía sobre cómo cuidar la dipladenia para que florezca y evitar plagas. Si quieres saber más sobre el cuidado de las plantas, puedes ampliar la información con los siguientes temas:
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