La floristería es un arte muy poco estudiado, pero presente en la civilización. La historia del arte floral desde los egipcios y hasta nuestros días muestra un deseo de llenar de naturaleza fiestas, celebraciones, decoración y emociones. Y cada año, siglo y milenio ha evolucionado hasta convertirse en una profesión que combina botánica, artesanía e inspiración
Como los egipcios, nos apoyamos en las flores para dar el último adiós a los seres queridos. Como los griegos y romanos, decoramos las mesas en banquetes y ceremonias religiosas. Del Renacimiento conservamos el amor por el equilibrio óptico y del barroco mantenemos la variedad floral en la mayoría de arreglos. El arte floral que hoy disfrutamos es un resumen de la necesidad humana de llevar la naturaleza a nuestro día a día, un deseo que resume la historia de la decoración floral desde los egipcios y hasta nuestros días.
Las flores en el mundo antiguo
Sabemos, gracias a la documentación rescatada de tumbas y papiros egipcios, que la flor, y en concreto el loto, era parte fundamental de ceremonias y celebraciones en el antiguo Egipto. Los egipcios tejían soportes en los que añadían flores y vegetación para crear guirnaldas y coronas, muy similares a las que vemos hoy en día en nuestras celebraciones. Utilizaban plantas que nacían en el Valle del Nilo y que todavía son populares en floristería, como gladiolos, iris, rosas, lilium o narcisos. Sus arreglos se basaban en los colores primarios.
Los griegos otorgaban un valor simbólico a las flores, que estaban relacionadas con diferentes dioses: rosas para Afrodita, lilium para Perséfone… Hoy en día, todavía relacionamos la rosa con el amor, como hacían los griegos. Tal era la afición por las flores en la Grecia antigua, que incluso se creó una ruta mercantil para traer nuevas variedades desde Persia.
Los romanos mantuvieron la tradición griega y añadieron más simbolismo a la rosa. Pétalos de color rojo se ponían a los pies del emperador, lo que con el tiempo derivó a la alfombra roja presente en las galas que hoy en día vemos en televisión. Las flores más comunes en la época griega y romana eran el crocus, la margarita, la madreselva, el jacinto, el iris y el lilium. También las violetas, el laurel, el mirto, las ramas de olivo y las hojas del roble.
¿Deseas saber más? No te pierdas nuestra entrada de la historia de la decoración floral en el mundo antiguo, con más curiosidades.
La decoración floral en la Edad Media y Moderna
La Iglesia, durante la Edad Media, tomó la tradición griega y romana de otorgar una flor a cada dios y la llevó al Cristianismo. Así, La rosa, símbolo de Afrodita o del poder del emperador, reflejó también la influencia de la Iglesia. La rosa blanca representaba a la Virgen María y la roja, a Jesucristo. Ya no había ofrendas a dioses, pero sí decoración en ceremonias religiosas, una tradición que sigue muy presente en nuetros días. Banquetes feudales se embellecían con coronas y guirnaldas, tradición muy asentada ya en la cultura humana.
En el Renacimiento, todo cambió. Por un lado, una creciente burguesía se esforzó por embellecer palacios y casas señoriales. Con obras de arte, pero también con plantas, como demuestran los jardines en miniatura que se creaban para bailes y banquetes. Las mesas se cubrían con pétalos, lo que con el tiempo derivó en los manteles floridos que hoy tenemos en casa. Se utilizaban claveles, aquilegias, margaritas, lilium, tagetes y pensamientos. También, cómo no, rosas, alhelíes y violetas. Los bulbos fueron, además, un bien muy preciado en los Países Bajos, donde también se plasmaron cuadros imposibles de profusión floral.
Para saber más. Puedes aprender más curiosidades en nuestra entrada sobre la historia de la decoración floral en la Edad Media y Moderna.
¿Cómo era la decoración floral en Versalles?
En la historia de la decoración floral desde los egipcios y hasta nuestros días no podía faltar Versalles. Su corte nos lleva a imaginar palacios con mesas repletas de complicados arreglos florales. Pero fue un cocinero, Francois Massialot, al servicio de Luis XIV, quien estableció en 1698 una moda que aún pervive en nuestros días. Ee 1698, Massialot empezó a utilizar grandes arreglos florales para servir los postres. Utilizaba hasta 24 contenedores de plata repletos de flores y otros tantos con todo tipo de verdes. En las bodas que hoy celebramos, la decoración floral imita ese lujo versallesco.
Era habitual el arreglo masificado, con jarrones que sostenían la flor mediante una maraña de ramas y palitos. En otros contenedores, se empezó a utilizar el musgo, mezclado con gravilla, para pinchar la flor. Importante aportación al arte floral fue la introducción de la asimetría, con el diseño conocido como Hogarth, que sirve de inspiración en muchos arreglos de nuestros días.
Con la llegada de la Ilustración, a mediados del siglo XVIII, hubo un importante impulso de los estudios de Botánica, que entonces estaba ligada a la Medicina. La naturaleza se convirtió en motivo principal del arte, con paisajes plasmados en cuadros, frescos y tejidos.
Más curiosidades. No te pierdas nuestra entrada sobre la historia del arte floral en Versalles y la Ilustración.
Las flores en tiempos de Escarlata O’Hara
El Viejo Sur estadounidense, tiempo en el que se desarrolla la película ‘Lo que el viento se llevó’, con Escarlata O’Hara, destaca por sus plantaciones y mansiones ricamente adornadas, trajo consigo un estilo floral muy determinado. Destaca la forma de abanico, que se conseguía con jarrones con forma de ‘mano’ y que se componían de boquillas radiales. Las flores se colocaban por agrupaciones, dejando las más altas detrás, colocando el resto de flor de línea en distintas partes y rellenando los huecos con flor secundaria. Sorprende la masificación floral y el poco uso de los verdes.
Como base, se utilizaba la malla de conejo, que hacía de maraña, a la que se solía añadir también musgo. También se solían aprovechar restos vegetales (ramas, pequeños troncos) para meterlos en soperas en forma de zig-zag para que sirvieran de soporte.
Más información. Si quieres aprender a hacer un arreglo típico de los tiempos de Escarlata O’Hara, no te pierdas nuestra entrada.
¿Cómo era la decoración floral en la época victoriana?
Las modas en decoración floral de la Europa del siglo XIX siguen más que presentes hoy en día. De hecho, fue entonces cuando abrieron las primeras floristerías y llegaron los maestros expertos, a los que acudían las damas más adineradas. ¿Qué conservamos de la época victoriana? El ramo, por ejemplo. Las cúpulas, tan de moda todavía. O la flor seca y prensada.
Los estilos clásicos formales que conocemos en floristería alcanzan aquí su mayor apogeo. En Centroeuropa, se puso de moda el estilo Biedermeier, con flores agrupadas en capas y ramos con aspecto de tarta. Estaban muy de moda los claveles, tulipanes, margaritas, fucsias, dalias y lilium. Y, cómo no, la rosa. Y el deseo de imitar a la naturaleza trajo los arreglos en cascada, con ramos de novia que incluían una ‘cola’ de verdes.
No hay que olvidar, además, los cuadernos botánicos de flor prensada, muy en boda en la época victoriana, y que creaban las mujeres. Era una excusa para poder salir de paseo y aprender ciencias naturales sin levantar habladurías en una sociedad ultraconservadora.
Más curiosidades. No te pierdas nuestra entrada sobre los arreglos florales en la época victoriana.
La revolución floral. Del siglo XX y hasta nuestros días
Los estudios de floristería y el reconocimiento como arte llegaron en el siglo XX. Una época que supuso una revolución floral con los arreglos asimétricos tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. La influencia del arte oriental llevó a la búsqueda de un equilibrio óptico por encima del físico. Las estructuras a la vista, compuestas por elementos naturales o arquitectónicos, son otra de las importantes novedades del arte floral en nuestros días.
El siglo XX destaca por una necesidad social de estar en contacto con la naturaleza. Un estilo arquitectónico y urbanístico que se inició en el movimiento Arts and Crafts en el siglo XIX como respuesta a la Revolución Industrial y que continuó la escuela Bauhaus. Muebles y materiales naturales y la presencia de plantas de interior en el hogar. Esa necesidad de sentir y verla madera y la vegetación se hace patente en las nuevas escuelas de arte floral, de las que el florista Gregor Lersch es maestro de maestros. Así culminamos la historia de la decoración floral desde los egipcios y hasta nuestros días
Para saber más. Más curiosidades sobre la revolución floral del siglo XX.