La salvia es una de las plantas más agradecidas en un balcón, terraza o jardín. Regala flores durante todo el verano, tiene un agradabe olor y sirve de alimento para polinizadores. No requiere muchos cuidados, pero hay que saber cómo regarla y vigilar las plagas. Saber, por ejemplo, por qué hay polvo blanco y manchas en las hojas de la salvia
La salvia es perfecta en cualquier rincón soleado, ya sea en maceta o tierra. Es una de las plantas que recomendamos para jardineros vagos o con poco tiempo libre, pero también para aquellos que quieran dedicar un espacio a las flores que alimentan a abejas y otros polinizadores. Es una aromática que no suele vivir muchos años, pero que revive con la llegada de la primavera. Al igual que ya hemos comentado con el tomillo, el romero o la lavanda, es muy importante controlar su riego. También puede ser pasto de plagas y hay que saber reconocerlas. Y entender, por ejemplo, por qué hay polvo blanco y manchas en las hojas de la salvia.
¿Dónde plantar la salvia?
En jardinería urbana, la salvia ha de colocarse siempre al sol. En tierra se puede buscar un espacio más recogido, pero en maceta es importante que esté a pleno sol. Se debe evitar mezclarla con otras plantas que requieran mucha agua, como la hierbabuena. La salva crece mejor si se plantan ejemplares en una misma jardinera.
¿Cómo debe regarse la salvia?
A diferencia de otras aromáticas, que prefieren riegos espaciados, la salvia crecerá mejor si se mantiene el sustrato humedecido. Eso no significa que haya que regar abundantemente. Lo ideal es hacerlo en verano cada dos días, pero en una cantidad de agua moderada. Si nos pasamos con el agua, la salvia acabará por pudrirse y morir.
Polvo blanco y manchas en las hojas de la salvia
Esta aromática tiene menos mecanismos de defensa que otras. Y suele ser pasto de algunas plagas. Le puede afectar el oidio, un hongo que se reconoce porque deja un polvo blanquecino sobre las hojas. El oidio es el único hongo que se trata con azufre. Se debe aplicar siempre al atardecer, y nunca después de otro tratamiento. Se aplica el azufre cada dos días, espaciando después hasta hacerlo una vez a la semana, durante un mes, para asegurarse de que la plaga se ha eliminado. Aquí tienes nuestra guía para reconocer los hongos y sus diferentes tratamientos.
Otras veces podemos ver manchas amarillentas en las hojas. Eso indica que la salva está afectada por mosca blanca. Se trata de un insecto muy molesto, que cuesta erradicar porque se reproduce en el envés de las hojas, donde es más complicado que llegue el tratamiento. Se elimina con jabón potásico y aceite de Neem. Aquí tienes nuestra guía para acabar con la mosca blanca.