Dicen que las brujas extendían en el palo de la escoba un aceite elaborado con esencia de esta planta para conseguir el éxtasis. ¿Serán la propiedades mágicas del estramonio el origen de la leyenda de los magos y su escoba voladora?
El estramonio (Datura stramonium) es una de las plantas míticas de la brujería y durante milenios ha estado relacionada con los akelarres y los conjuros. Crece en campos abandonados, ribazos de caminos, tierras de labor… y ha sido siempre buscada por sus propiedades narcóticas, especialmente por las supuestas brujas, a las que se acusaba de invocar al demonio (y que por lo general no eran sino mujeres independientes con conocimientos en hierbas medicinales). Algunos autores afirman que las propiedades mágicas del estramonio lo hacían habitual en los akelarres porque sus alcaloides hipnóticos hacían creer a las brujas que podían volar.
Las brujas lo tomaban directamente o bien se embadurnaban todo el cuerpo, haciendo especial hincapié en las partes sexuales. También solían extenderlo sobre el palo de la escoba, contra el que se frotaban. A pesar de que fueron muchos los médicos y hombres de ciencia que comprobaron que las brujas no eran sino mujeres que tomaban sustancias, la Inquisición prefería creer lo contrario y mantener su lucha contra el mal que tanto terror producía y tanto poder les daba.
Propiedades medicinales
El estramonio también tiene, además de propieades mágicas, otras terapéuticas, en especial como analgésico.Sus hojas y raíces contienen hiosciamina, alcaloide que se utilizaba como antiasmático: las hojas se secaban, se preparaban a modo de cigarrillo y se daban al paciente para que lo fumase. Durante mucho tiempo, los boticarios recomendaron estramonio, al igual que belladona, para calmar afecciones dolorosas y espasmódicas: cólicos, asma o tos ferina. También se empleaba en casos de epilepsia y afecciones convulsivas producto del tétanos.